La metodología en el bachillerato se orienta a favorecer que el alumnado realice un aprendizaje autónomo, sea capaz de trabajar en equipo y utilice estrategias de investigación.
Las líneas generales de actuación son las siguientes:
- El aprendizaje es un proceso de construcción social del conocimiento en el que intervienen alumnado, profesorado y familias.
- El grupo de clase se constituye como un espacio natural de aprendizaje que es necesario utilizar y potenciar mediante el trabajo cooperativo.
- El alumnado debe establecer relaciones entre los nuevos conocimientos y los ya establecidos.
- El alumno debe implicarse en la tarea, desde la definición de los objetivos hasta la evaluación.
- El aprendizaje necesita un adecuado clima de clase que reduzca al máximo las interferencias.