Bachillerato - Metodología

Bachillerato - Metodología

Las actividades educativas en el Bachillerato favorecerán la capacidad del alumnado para aprender por sí mismos, para trabajar en equipo y para aplicar los métodos de investigación apropiados. Asimismo, se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado, incorporando la perspectiva de género.

Se promoverán las medidas necesarias para que, en las distintas materias, se desarrollen actividades que estimulen el interés y el hábito de la lectura, junto con la capacidad de expresarse correctamente en público.

Las modalidades se organizarán de modo flexible y, en su caso, en distintas vías dentro de cada modalidad, a fin de que se pueda ofrecer una preparación especializada al alumnado, acorde con sus perspectivas e intereses de formación o permita su incorporación a la vida activa, una vez finalizada esta etapa.

En la organización de los estudios de Bachillerato se prestará especial atención al alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo. A estos efectos, se establecerán las alternativas organizativas y metodológicas, junto con las medidas de atención a la diversidad precisas, para facilitar el acceso al currículo de este alumnado, su movilidad, su comunicación o la atención a cualquier otra necesidad que pudiera detectarse.

Durante el aprendizaje de la materia de Lengua Extranjera se priorizará el uso de la misma en el aula y se atenderá específicamente al desarrollo de la comprensión, expresión e interacción oral.

La metodología en el Bachillerato se orienta a favorecer que el alumnado realice un aprendizaje autónomo, sea capaz de trabajar en equipo y utilice estrategias de investigación.

Las líneas generales de actuación son las siguientes:

  • El aprendizaje es un proceso de construcción social del conocimiento en el que intervienen alumnado, profesorado y familias.
  • El grupo de clase se constituye como un espacio natural de aprendizaje que es necesario utilizar y potenciar mediante el trabajo cooperativo.
  • El alumnado debe establecer relaciones entre los nuevos conocimientos y los ya establecidos.
  • El alumno debe implicarse en la tarea, desde la definición de los objetivos hasta la evaluación.
  • El aprendizaje necesita un adecuado clima de clase que reduzca al máximo las interferencias.